El sábado pasado tuve la suerte de participar en un evento de dibujo en la planta 16 del Palacio de la Prensa que está en la Gran Vía. La vista es espectacular y hace una panorámica completa de 360 grados. La cita fue desde las 7 de la tarde hasta las 11 de la noche, y se trataba de dibujar la puesta de sol en un cuaderno acordeón de cuatro hojas, intentando captar el cielo en las diferentes fases de luz hasta la oscuridad casi completa.
El reto es complicado, porque en cuanto te despistas un poco, la luz ha cambiado. De ahí que el motivo central haya sido el cielo, dejando los edificios apenas definidos y en un segundo plano. Después, tranquilamente en casa, terminé de definirlos y añadí algunos recortes a modo de collage.
Después de un fugaz picoteo, y cuando la noche estaba ya completamente cerrada, el "trabajo" consistió en dibujar la Gran Vía en cartulinas negras. Tengo que decir que las ceras Manley que llevé no son la mejor técnica para este soporte y acabé dando infinitas capas de color. Al final conseguí que las formas se perdieran y solo quedaran destellos de luz.
Pongo también algunas fotos que hice por la noche. Tengo otras de día, pero nada que ver con estas, que son espectaculares. La Gran Vía de noche, desde las alturas, es hipnótica. Doy fe.
Y la foto del grupo de artistazos que estuvimos en esta jornada tan especial.
Los dibujos espectaculares. El efecto de las luces en el nocturno, me parece increíble. Y el del crepúsculo muy divertido con el toque collage. Y las fotos también, porque yo al menos, con esa luz, no consigo esas fotografías tan nítidas ni en tres reencarnaciones. Da gusto. ¡¡¡Enhorabuena!!!
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
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